lunes, 27 de agosto de 2012

Rebelión

Acabamos de cambiar de directiva. Este nuevo director no me convence nada. Se que trama algo y me parece que no es nada bueno.

Va pasando el tiempo y veo que cada vez nos controla más nuestras libertades. Algunas de las leyes son que no podemos estar fuera del aula en horas de clase, no se puede salir del centro si falta un profesor, tampoco nos deja estar en grupos de más de tres personas por miedo a una revolución.

 He creado un grupo, el cual se llama Los Libertos. Somos temidos y alabados. Temidos por los profesores y alabados por los alumnos.

Llevamos poco tiempo y nuestra organización, de momento, es más bien deficiente pero somos un grupo de magos, brujas y hechiceros muy selecto. Me he encargado de buscar a los mejores del pueblo.

Para aquellos que nos los sepáis en nuestro mundo los colegios se sitúan en el centro del pueblo. En el pueblo solo es habitado por los estudiantes y profesores del centro, aunque también viven los caseros. Cada casa está compuesta por diez alumnos del centro.

Han pasado ya tres años desde la elección del nuevo director y desde entonces ha ido quitando la alegría del pueblo. Ha llegado la hora de atacar al director y a su cuadrilla. Se ha ganado  la confianza de casi todos los profesores.

Acatando nuestro plan de atacar al director decidimos que uno de los profesores, que no apoyaba al director, nos ayudara.

Sabemos los horarios del director y que reuniones tiene durante todo el día. Nuestro objetivo es liquidarlo si dejar huellas, acto seguido lo suplantaremos por uno de nuestro hechiceros. Hemos conseguido hacer un calco exacto del director que proseguirá con la agenda del director hasta ver la oportunidad de dimitir.

Dirigiéndonos hacia el lugar donde  debíamos liquidar  al director. Conseguimos asesinarlo y quitarlo del medio sin  que se enterara nadie que era lo más complicado. Posteriormente nos dirigimos al lugar de reuniones donde pondríamos a nuestro director. Nos llevamos una grata  sorpresa. El director ya se encontraba en la sala de reuniones. Por los visto nos habían descubierto. Nos hicieron una emboscada. Decimos lucha, sacamos nuestras varitas y todos los profesores nos rodearon, que íbamos  hacer unos simples aprendices contra unos profesores que sabían mucho más que nosotros. Se me vino una frase de un famoso que decía más vale morir de pie que vivir de rodillas. Comenzamos a luchar sin saber como habían descubierto nuestro plan. Mientras luchaba me dijeron que habían torturado a nuestro confesor hasta que soltó toda la información. Íbamos perdiendo, no era ninguna novedad, entonces nuestra última esperanza salio al rescate de todo el pueblo y nos roció con pólvora y lanzo el hechizo inflamable. Todo aquello saltó por los aires.

En polvo, en tierra, en humo, en sombra, en nada.

Teníamos un plan que llevamos  a cabo lo que paso fue que se izo justicia. No todo el mundo tiene la suerte de morir como quiere. Los libertos el único temor que tenían era que no fueran reacordados como héroes. Por eso no hay problema porque yo fui el único que sobreviví para contar aquella historia tal y como sucedió. Todos nuestros objetivos fueron cumplidos. El único que nos quedaba por hacer era velar por la paz y la tranquilidad del pueblo. Para ello he creado otro grupo de libertos, muy selecto, para que nosotros y nuestros hijos velen por la seguridad del pueblo. Yo fui aquel que rocio a todos con pólvora. Fue la decisión más difícil de mi vida lo hice por que en un mundo de luces y sombras debemos elegir un camino aunque nos encontremos en una oscuridad inmensa.